Que me plazca tanto dar, que si no comparto mi pan, me quede con hambre
Según va la Cuaresma dando paso a la Pascua del Señor, más que extraer algo de ella, he preferido que ella saque lo mejor de mi. Y es...
El silencio es para mí, necesidad tan vital como alimentarme o descansar. Allí recibo palabras vivificantes oriundas de las alturas, proyectos y encomiendas del cielo que le dan sentido a mi vida.
Cuando alineamos correctamente nuestra mente en dirección al Altísimo, automáticamente sintonizamos su frecuencia, y las ideas divinas empiezan a fluir.
Así surgieron las reflexiones que a continuación te entrego, en la seguridad de que podrían ser de bendición para tu vida.