La Biblia. No es cuestión de letra muerta, sino de de palabra viva
"Entonces les abrió la mente para que entendieran las Escrituras." Lucas 24:45
Todas las luces del firmamento se encienden en la bóveda de mi mente cada vez que abro la Biblia y empiezo a verme a mí mismo reflejado en sus personajes, presente en sus eventos, y rodeado de sus símbolos.
La Biblia me recuerda mi pasado, ilumina mi presente, y me muestra en el horizonte el color esperanza de mi futuro.
En ella descubro mi historia, despierto a mi realidad, y siento en mi alma serena la ventura de saber el camino que transita, y el destino seguro hacia donde va.
Una colección de fascinantes libros antiguos repletos de emocionantes mensajes y sabias lecciones para el mundo de hoy que se revelan como un tesoro vital, no a quien se acerca a ellos desde el intelecto, sino a quien sabe auscultar lo sagrado con los ojos del corazón, y con la reverencia que se activa en quien tiene la conciencia de que se encuentra frente a lo que sin lugar a dudas es la suprema obra espiritual.
Al comprender el significado espiritual que ella me comunica, mi vida interior se enriquece, iluminando desde mi interioridad las áreas más complejas y oscuras de mi mundo material.
La Biblia ha sido la causa de mi transformación, motor de mi inspiración, y fuente madre de lo mejor de mi producción.
El Espíritu que de ella brota, me ha enseñado a abordarla, no como quien lee la letra muerta, sino como quien escucha palabra viva.
La Biblia es Palabra de Dios, que me cuenta con lujos de detalles el relato de mi propia creación, que me habla del divino potencial que me es inherente, del desenvolvimiento de mi crecimiento y evolución espiritual, cómo extravié mi herencia divina, pero algo más significativo aún, cómo y dónde de nuevo recuperarla.
Desde la conciencia obnubilada de Adán hasta la conciencia iluminada de Jesus, desde las deliciosas frescuras del Edén hasta aridez de la cruz en el Monte Calvario, y desde la tumba fría de su muerte hasta su victoriosa resurrección y gloriosa ascensión, la Biblia nos cuenta todo lo que ha acontecido y lo que está ocurriendo hoy en nuestras vidas y en la humanidad, y nos da una clara visión de lo que nos aguarda en la posteridad.
Y así, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, podemos encontrar la guía práctica e infalible que tú y yo necesitamos para el manejo más acertado de nuestra vida presente, y la perfecta orientación para que al final de nuestros días nuestras almas puedan regresar a la fuente divina de donde son oriundas.