Como la Moringa, buena para todo. Así es el alimento de la palabra
No hubo, no ha habido, ni habrá, alimento más eficaz que la Palabra de Dios. En la palabra de Dios no solo está todo, sino que ella lo es...
El silencio es para mí, necesidad tan vital como alimentarme o descansar. Allí recibo palabras vivificantes oriundas de las alturas, proyectos y encomiendas del cielo que le dan sentido a mi vida.
Cuando alineamos correctamente nuestra mente en dirección al Altísimo, automáticamente sintonizamos su frecuencia, y las ideas divinas empiezan a fluir.
Así surgieron las reflexiones que a continuación te entrego, en la seguridad de que podrían ser de bendición para tu vida.