Ninguna adversidad puede poner en riesgo los tesoros del cielo
No voy a extrañar los mangos cuando es tiempo de aguacates ¿De qué me sirve el pepino si lo que tengo es tomate? ¿La vida te da limones?...
El silencio es para mí, necesidad tan vital como alimentarme o descansar. Allí recibo palabras vivificantes oriundas de las alturas, proyectos y encomiendas del cielo que le dan sentido a mi vida.
Cuando alineamos correctamente nuestra mente en dirección al Altísimo, automáticamente sintonizamos su frecuencia, y las ideas divinas empiezan a fluir.
Así surgieron las reflexiones que a continuación te entrego, en la seguridad de que podrían ser de bendición para tu vida.