Escuchar, Meditar y Acoger La Palabra: Las tres piedras del fogón donde se cuece la dicha
“Dichosos aquellos que escuchan la palabra de Dios y la cumplen”. Lc 11, 28 Hay una gran similitud entre la palabra y la semilla. Reside...
El silencio es para mí, necesidad tan vital como alimentarme o descansar. Allí recibo palabras vivificantes oriundas de las alturas, proyectos y encomiendas del cielo que le dan sentido a mi vida.
Cuando alineamos correctamente nuestra mente en dirección al Altísimo, automáticamente sintonizamos su frecuencia, y las ideas divinas empiezan a fluir.
Así surgieron las reflexiones que a continuación te entrego, en la seguridad de que podrían ser de bendición para tu vida.