Ciencia del espíritu es La Palabra de Dios
Hay un espacio abismal entre la Verdad (con V mayúscula) y los hechos.
Sin embargo, por lo general, la gente no sabe distinguir entre una cosa y la otra.
Una característica intrínseca de la Verdad es que esta nunca cambia, es eterna.
En cambio, el diario acontecer, las noticias que tantas y tantas veces llegan hasta nosotros tergiversadas, retorcidas, manipuladas y acomodadas a intereses de grupos, ciertos o no, son los hechos, pasajeros y cambiantes.
Más aún, en el caso de que lo que se reporte sea cierto, como sabemos, con el tiempo se irá diluyendo, relegándose al olvido o pasando a formar parte de la historia, porque lo que hoy es y mañana ya no es, carece de criterios para entrar en el luminoso ámbito de la Verdad.
Para una mejor edificación en este aspecto, cabe recordar aquí las palabras de Jesús: "El cielo y la tierra pasarán, pero Mis palabras no pasarán.” Mt 24, 35
Es más, en este sentido podemos afirmar sin titubeos ni temor, que ni siquiera la ciencia humana es enteramente confiable.
Todos hemos sido testigos en algún momento de nuestras vidas de anuncios rimbombantes que hablan de descubrimientos de causas de enfermedades, del tratamiento para su cura y/o vacunas para prevenirlas, para luego ver al paso de los años que todo aquello fue falso o peor aún, que vinieron a empeorar el mal que pretendía evitar o curar, y en ocasiones hasta provocar otras afecciones.
Yo soy el camino, la verdad y la vida dice el Señor.
Es por ello que podemos afirmar que si hay una ciencia cien por ciento confiable, esa es la ciencia del Espíritu que nos llega con la palabra de Jesús.
Verdadera ciencia es su palabra, porque es infalible y eterna, viva y eficaz, semilla que da frutos que permanecen, frutos de conversión, de sanacion y liberación.
La palabra de Jesús es fuente vida en abundancia, de prosperidad y dicha
Tu palabra es verdad. Jn 17, 17
Y mientras más unidos estemos a la verdad que es el Cristo revelado por Su palabra, mayor será la intensidad de la luz que ilumina lo que acontece a nuestro alrededor, capacitándonos para dar sabias respuestas a aquello que percibimos por medio de los sentidos, cerrando las brechas a toda posibilidad fracaso, y tornándonos con ello, más pro activos, eficaces y exitosos.
La suma de tu palabra es verdad,
Y eterno es todo juicio de tu justicia. Salmo 119, 160