Que tus proyectos para el nuevo año esten en armonía con los designios del Señor
"Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestra mente alcance sabiduría." Salmos 90:12 Para llegar a ser eso que buscamos, hacer eso que que anhelamos, y tener eso que queremos, el tiempo es un recurso sagrado y el bien más valioso del que disponemos para alcanzar nuestros objetivos, metas, y sueños. Para ello, el Dios de justicia y amor ha depositado en la cuenta personal de cada uno de sus hijos veinticuatro horas por día, recayendo sobre cada cual la alta responsabilidad de administrarlas en forma productiva, ya que él espera de nosotros que demos buenos frutos para gloria de su nombre. Para saber emplear sabiamente nuestro tiempo, conviene que apelemos al Espíritu Santo, invitándolo para que venga a traer discernimiento y fuerza de voluntad a nuestras vidas en medio de tantas distracciones que están devorando las horas de un reloj cuyas manillas no hay forma de que den marcha hacia atrás. Con razón reza el refrán que "plátano maduro no vuelve a verde y el tiempo que se va no vuelve. De manera concluyente, el tiempo es un recurso no renovable, mas sin embargo este puede puede ser recuperable, lo cual ocurre cuando aprendemos la lección de nuestras erróneas decisiones o la inercia del pasado, enderezamos el rumbo y aceleramos la marcha hacia el ideal de nuestros anhelos. Así las cosas, el inicio de un nuevo año es ocasión propicia para iniciar nuevos planes y emprender nuevos proyectos; tiempo de relanzamiento y de nuevos comienzos en la certeza y la seguridad de que Dios no quiere vernos rezagados ni estancados, sino todo lo contrario, le place vernos en ascenso progresivo, prosperando en todos nuestros caminos, por lo que siempre podremos contar con él como guía, animándonos y dándonos la fuerza para no desmayar ni desfallecer ante las dificultades que pudieran aparecer en el camino.
"Pon todo lo que hagas en manos del Señor, y tus planes tendrán éxito." Proverbios 16:3 Poner a Dios primero en todos nuestros proyectos es un dinamo capaz de generar una corriente revitalizadora de amor y energía en nuestro interior que puede arrastrar consigo las relaciones recursos y medios que necesitemos para culminar de manera exitosa todo aquello que nos hayamos propuesto. La medida para saber que hemos colocado a Dios en primer lugar es cuando le honramos a él ante todo con "las tres T:" Tiempo, Talento y Tesoro. El afán egoísta de tener, acaparar y brillar, es transformado en vocación para dar. Brota de desde lo más profundo de nuestras entrañas un santo e incontenible deseo de servir y compartir, el cual viene a ser la llave que en el tiempo justo abre las puertas de los cielos derramándose en bendiciones de todo bien, porque como ya sabemos, Dios ama al dador alegre, y en la medida que damos, recibimos. "El corazón humano genera muchos proyectos, pero al final prevalecen los designios del Señor." Proverbios 19:21 Quien puede comprender esto, no se atormenta cuando las cosas no están saliendo como las había planeado. Sencillamente se incierta con docilidad en el fluir, reconociendo la presencia de Dios guiando sus pasos, con la absoluta confianza de que detrás del velo de la incertidumbre se están cristalizando los planes del cielo. Así que a la luz de esta verdad espiritual te animamos a que despiertes en ti el espíritu emprendedor que arde en la hoguera de tu corazón. Dios te ha creado para un propósito grande y espera de ti que lo lleves a cabo por él, con el, y en él. Nadie sabe de lo que es capaz hasta que se atreve a hacerlo y el tiempo para comenzar es ahora. 2017 trae brillantes perspectivas para ti, abrázalo con optimismo, y recibe como viático esta bendición que se encuentra en Salmos 20:4-5 "Que cumpla todos tus deseos y lleve a cabo todos tus planes. Celebraremos así tu victoria, y levantaremos banderas en el nombre del Dios nuestro. ¡Que el Señor cumpla todas tus peticiones!
